ATENTADO CONTRA BOLÍVAR
LA LIBERTADORA DEL LIBERTADOR
Gracias a Manuelita Sáenz, el libertador no cayó en la conspiración creada para acabar con su vida.
por Juan Camilo Peña
LA LIBERTADORA DEL LIBERTADOR
Gracias a Manuelita Sáenz, el libertador no cayó en la conspiración creada para acabar con su vida.
por Juan Camilo Peña
El 25 de Septiembre del año de 1828, Bolívar se encontraba en la casa de gobierno de Bogotá, recuperándose de un resfriado; bien cuidado por su acompañante Manuelita Sáenz, quien le salvó la vida después de recibir una información grave, en contra de Bolívar. Una conspiración nada más y nada menos que contra la vida del libertador, liderada por el general Francisco de Paula Santander; que nunca se hizo presente en las reuniones de este maquiavélico plan que se daban en la casa de la moneda.
Bolívar sospecho que algo iba a pasar, sin percatarse del peligro que en realidad corría; cuando alertaron los ladridos de dos de los perros del libertador Manuelita despertó al prócer. Bolívar, lo primero que hizo fue coger sus armas de fuego, su espada y trato de abrir la puerta para salir y enfrentar a sus asesinos. Manuelita, un poco más inteligente, lo contuvo y lo hizo vestir; pero se dice que Bolívar terco seguía insistiendo en abrir la puerta.
Manuelita, miró la ventana y recordó lo que el mismo general había dicho unos días antes a Pepe París: que esa ventana serviría para escaparse en una emboscada. Así fue, Bolívar se asomo por la ventana, espero que se fueran los soldados que estaban afuera de ella y saltó; Manuelita, por su parte, se quedo adentro de la casa para distraer a los soldados que estaban próximos a entrar en la habitación donde minutos antes estaba Bolívar.
Los soldados ingresaron, buscaron a Bolívar por todo el cuarto; Manuelita, tratando de darle tiempo a Bolívar, distrae a los soldados que buscan con desespero a Bolívar para acabar con su vida.
Al poco tiempo, cuando se pasa la revuelta, Manuelita Sáenz sale a la plaza principal donde esta el libertador montado a caballo, reunido con Santander y mucha gente alrededor gritando vivas al libertador. Cuando Bolívar regreso a la casa le dijo a Manuelita Sáenz: “Tú eres la libertadora del libertador”
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