viernes, 9 de marzo de 2007

EDITORIAL

LIBERTAD DE PRENSA SEZGADA POR LA REGENERACIÓN
Por Gabriel Rey
Somos el cuarto poder y aun así no hemos sabido utilizar toda esa fuerza de nuevo, así como lo hicieron en la época de la regeneración, provocando la guerra de los mil días por una gran causa, la cohibición de la libertad de prensa, el hacer callara la voz del pueblo, el romper la conexión entre el gobierno y los ciudadanos.
Ésta y otras causas, como la exclusión de los liberales de poder político, la muerte de Núñez y el gobierno de Miguel Antonio Caro, generaron la explosión de las clases oprimidas, de las grandes masas que vivieron bajo un régimen dictatorial llamado la regeneración, donde el gobierno nacional se traslado a la heroica. Pero de que sirvió la muerte de éste presidente, si su sucesor fue peor.
Los medios de comunicación se vieron sesgados por la represión, al gobierno de turno no se le podía contrariar, era una sola salida o apoyarlo o ser víctima de sus actitudes poco humanas y no acordes al siglo XX o más bien a los deschavetado de sus inicios o tal vez todo el siglo veinte fue esa época donde el mundo y Colombia se descontrolaron más que nunca. No sabemos como ni cuando pero el uso del papel moneda se disparó, creando una gran inflación en el país y, después que terminara la guerra, éste e viera afectado y viviera un momento coyuntural en su economía, donde todos los sectores de la producción se vieron “paralizados”. Eso sin mencionar todo lo que durante toda la centuria nos esperaría.
Colombia en su historia ha cometido grandes errores pero uno de los más grandes, por no decir el más grande fue el conflicto de la guerra de los mil días ya que desde allí, se visualizarían dos de las más grandes consecuencias de las malas decisiones de un mandatario. La primera, la separación de Panamá en 1903, un año después de la finalización del conflicto y la segunda, la ideología de defender las corrientes políticas por la vía armada gracias a la creación de las guerrillas liberales. Cada vez más, nos acercamos a un conocimiento amplio de los problemas de nuestra sociedad; que vienen desde hace muchísimo tiempo, a encontrar las respuestas a las incógnitas de la problemática que intenta solucionar el país. ¿Será que necesitamos que ocurra otro Bogotazo, perder la vida de grandes personajes ó que mueran hombres inocentes por causas hundidas en la sangre de mujeres niños y ancianos y bañadas por la pureza de nuestra coca?

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